Bajo un sol de invierno - Sara Amezcua |
El sol de invierno roza mi piel... Sonrío.
Lo hago por el contraste, por el paralelismo.
Siempre está, la semejanza. El frío que roza la templanza, la tuya y la mía.
Pero sonrío. Acto reflejo de un sentimiento que calma mi sed y me deja hambrienta a la vez.
No cuestiono el porqué, simplemente lo dejo crecer sin saber si lo que quiero
es que enraíce o se eche a perder.
Sentir el calor del frío me hace estar bien.
Y no me quiero exceder en explicaciones mundanas,
sólo quiero crecer y crecer hasta llegar al cielo,
y acariciar allí los límites de la hiel de una idea fiel.
Hoy inicio el camino de un filtro interno, a pesar de seguir sabiendo
que me puedo perder en él. A pesar de seguir sabiendo que la duda
será mi compañera o de nuevo la soledad austera
de la sinceridad que necesita mi piel.
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